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LAS «CASAS» DE LOS MENDOZA EN CASTILLO DE BAYUELA (TOLEDO) / The «houses» of the Mendoza in Castillo de Bayuela (Toledo. Spain)

Resumen: En la población de Castillo de Bayuela (Toledo), los señores de la villa, María de Luna e Iñigo López de Mendoza (Duques del Infantado y Marqueses de Santillana), levantaron una casa a finales del siglo XV, que fue ampliada con un cuarto nuevo a finales del siglo XVII. Las casas estubieron en pié hasta la década de 1970 en que desaparecieron. Hoy, podemos recopilar su historia a través de la documentación, fotografías antiguas, relatos de quienes vivieron allí, y algunas piedras perdidas en propiedades particulares.

Summary: In the little village of Castillo de Bayuela (Toledo, Spain), the Lords of the town, María de Luna and Iñigo Lopez de Mendoza, built a house at the end of the sixteenth century, it was expanded with a new room in the late seventeenth century. The house were stood until the 1970s when they disappeared. Today, we may collect its story through documents, old photographs, stories of those who lived there, and some lost stones in particular properties.

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

Arcada del patio del Palacio del Infantado (Guadalajara. 1480), con escudos de los Mendoza (izq) y de los Luna (drcha).

Cuando el rey  Enrique III de Castilla (1379-1406) otorgó el título de villazgo a Castillo de Bayuela y sus aldeas (Pajares, Garciotum, Hinojosa, El Real, Nuño Gómez y Marrupe), en Madrid a 12 de octubre de 1393, lo hizo con intención de librarla de cualquier “susxeçion basallaxe et senorio e juresdiçion e posesion e pechos e derechos e otras cossas”, pero tan solo le duró dos años ya que en 1395 entregó el señorío a su condestable Ruy López Dávalos (1357-1428). El enfrentamiento de Dávalos con su mayor rival don Álvaro de Luna (ha.1390-1453), condestable del rey Juan II (1405-1454), hizo que el señorío pasara a manos de don Álvaro el 1 de septiembre de 1423 confirmándose la toma de posesión el 4 de octubre por su “alcayde” de Escalona (Toledo), Juan de Gotor, y por el Rey el 27 de enero de 1424. Desde Escalona asienta a doce de sus monteros entre las aldeas de Garciotum, El Real, Nuño Gómez e Hinojosa, sin descartar que también lo hiciera en la propia villa de Castillo de Bayuela. A su fallecimiento, el señorío pasará en 1453 a su viuda doña Juana de Pimentel (?-1488) quien lo cede a su hija doña María de Luna y Pimentel (?-1502), la cual casó en 1460 con don Iñigo López de Mendoza (1438-1500) (II Duque del Infantado y Marqués de Santillana) emitiendo ambos un privilegio declarándose señores de Castillo de Bayuela el 20 de noviembre de 1469.

Iglesia de Sta. Mª del Castillo (s.XIII). Ubicada en lo alto del Cerro del Castillo (Castillo de Bayuela) en donde se encontraba la antigua villa hasta 1480.

Todos estos acontecimientos históricos ocurren en la villa original de Castillo de Bayuela ubicada en lo alto del Cerro del Castillo en torno a la iglesia mudéjar del siglo XIII de Nuestra Señora del Castillo, ya que a mediados del siglo XV, el lugar donde hoy se encuentra la actual villa era la aldea de Pajares. Pero fue justo este el momento en el que la aldea de Pajares se convirtió en la nueva población de Castillo de Bayuela ya que en febrero de 1482 se argumentaba que en lo alto del cerro del Castillo “por agora non viven vecinos algunos”. Establecida la villa en su nuevo emplazamiento y con la familia de los Mendoza a la cabeza fue cuando se erijió el rollo jurisdiccional como símbolo de su poder señorial ofreciendo de forma destacada el escudo nobiliario de tan afamada familia.

DESCRIPCIÓN DE LA DESAPARECIDA CASA

Plaza de la Constitución (Castillo de Bayuela), con el rollo jurisdiccional en primer plano, y las «Casas» de los Mendoza y Luna al fondo.

Justo antes de acceder a la plaza principal y junto a la casa consistorial (donde hoy se encuentra la Posada de Bayuela y algunas casas particulares), se levantaba una antigua casona de grandes dimensiones cuyo elemento más sobresaliente era el dintel de una pequeña ventana subdividido en tres partes y cuya lectura, de izquierda a derecha, era: el dibujo de una media luna en cuarto menguante como emblema de la casa de los Luna, seguidamente las palabras “AVE, MARYA” y, por último, un castillo de tres torreones con acceso en arco de medio punto, ambos como símbolo de la casa de los Mendoza.

Dintel (¿desaparecido?) de la familia Luna y Mendoza (Archivo Municipal Talavera. Fondo Ángel Deza)

Si la memoria oral ha hecho difundir que esta casona se levantó por orden de don Álvaro de Luna (hecho totalmente improbable ya que entre 1423 y 1453 la villa de Castillo de Bayuela aún no se había asentado en su lugar actual), Ángel Deza Agüero nos aclara que no fue así sino que se hizo en el momento en que eran señores de la villa doña María de Luna y Pimentel y don Iñigo López de Mendoza, primando la casa Luna frente a la de los Mendoza, tal y como queda reflejado en la heráldica, es decir que las casas se fundaron hacia la década de 1480.

Procesión Virgen del Castillo pasando frente a las Casas de los Luna y Mendoza (Archivo particular)

Posiblemente la casona no fue la original levantada a finales del siglo XV. Pensamos que su arquitectura bien pudiera responder a una obra de mediados siglo XVI con algunas transformaciones posteriores, siguiendo el modelo de grandes casonas del territorio abulense levantadas en el siglo XVI.

Fachada de la Casa de los Luna y Mendoza (A.M.T. Fondo Ángel Deza)

Las casas se componían de dos edificios independientes y un patio funcional de trazado irregular, cercado por el ángulo de la manzana en donde estaba ubicado. El edificio principal se abre longitudinalmente a la calle principal y se ubicaba junto al ayuntamiento. Era de planta rectangular y de dos pisos. Un arco de medio punto rebajado con puertas de doble hoja y decoradas con grandes cabezas de clavos cuadrados daba acceso a un zaguán de unos 4 o 5 metros de altura cubierto con grandes vigas de madera sustentadas por ménsulas.

Antonio García Murga y su sobrina delante de la puerta del patio (Archivo personal de Asunción García y Teófila Mayoral) / Hoja de la puerta del patio conservada

La entrada comunicaba, en línea desviada, con el acceso al patio, cuyo arco era de similares características. A la derecha del zaguán y junto a la puerta principal se encontraba el acceso a dos habitaciones que se comunicaban entre sí, las cuales estaban iluminadas por dos pequeños vanos rectangulares, cada uno mirando hacia el patio y el pozo de la casa respectivamente. Una de estas ventanas, con jambas en piedra labrada, era donde se ubicaba el dintel con los escudos de los Luna y Mendoza.

Ventana con el dintel y emblemas de los Luna y Mendoza (A.M.T. Fondo Ángel Deza)

A la izquierda de la entrada arrancaban las escaleras en tres tramos, el primero de tres escalones con descanso en piedra labrada, el segundo ascendía dos escalones más y descanso igualmente en piedra, y el tercero en madera ascendía hacia el segundo piso. Del segundo rellano se accedía por una puerta a una habitación iluminada por un vano que, a su vez, llevaba a otra contigua de similares dimensiones, ambas con suelo de baldosas de terrazo.

Esquinazo de la Casa con rollo jurisdiccional al fondo. (Archivo particular)

El tramo final de la escalera llevaba al segundo piso en cuya distribución se ubicaban a la izquierda dos habitaciones, estando la segunda de ellas (con fachada a la calle principal) subdivida en otras dos pequeñas habitaciones, todas ellas con techo más bajo ya que sobre ellas se encontraba “la troje”. A la derecha de la escalera se accedía a una gran estancia que pudo ser el espacio principal de la casa ya que se iluminaba por un balcón que asomaba a la calle principal, y a su derecha otra habitación contigua con iluminación a la misma calle. Del mismo modo, los techos de estas estancias presumían de poseer unas grandes vigas de madera y sus suelos se cubrían de baldosas de ladrillo planas.

Margarita Murga Ribacoba y su hija Margarita
García Murga. Detalle del empedrado del patio (Archivo personal de Teólfila Mayoral)

Accediendo por la entrada principal y en línea descentrada se encontraba el patio de la casa, cuyo pavimento estaba formado por grandes lajas de piedra (al igual que ocurría en las estancias de entrada y habitaciones del piso inferior) y con pequeños gajos incrustados. A la derecha del patio se hallaba el segundo de los edificios de la propiedad, llamado “el pajar” por el uso que se le venía dando, aunque nos narra Teófila Mayoral que una vez llegaron de Madrid unos historiadores o arqueólogos e indicaron que esta estancia era la más importante ya que en su interior pudo acogerse incluso una capilla. No estarán mal encaminadas estas narraciones ante el hallazgo del contrato de dicha construcción.

DOCUMENTACIÓN

Documentalmente hablando tenemos escasas menciones de la presencia de la casona que se hace en los términos de pertenencia a los marqueses de la villa a lo largo de los años. La primera mención encontrada que alude directamente a estas casas se produce en un documento fechado el 9 de mayo de 1581 con motivo de la apelación que hizo el procurador de la villa Gaspar de Valcázar ante la sentencia definitiva de la Chancillería de Valladolid por un pleito que se generó entre el concejo y doña Isabel Manrique de Padilla, Marquesa de Montesclaros.

Detalle con la mención de la Casa. Pleito 1577-83. A.M.C.B., Caja 294, Libro 4, Fol. 37r.

En ella, Valcázar alega que el marqués de Montesclaros se defendió diciendo: “que thenia una cassa en la d[ic]ha villa y en ella thenia un criado porque para goçar de los d[ic]hos terminos no bastava thener casa sino que fuesse morador en ella o a lo menos que tubiese poblada con toda su familia y no como al presente la thenia que servia de messon …”. Esto determina, que en la propiedad no solo no vivían los marqueses sino que la arrendaban para un uso público.

Del siglo XVII recogemos una simple mención de que las casas seguían perteneciendo al marqués de Montesclaros, que en 1674 era don Luis Tomás Pablo Francisco Domingo Fernández Portocarrero Bocanegra Mendoza y Luna (5º Conde de Palma, 7º Marqués de Montesclaros y Castillo de Bayuela y 3º Marqués de Almenara), ya que ante la cesión y traspaso de unas propiedades en el “barrio del Cotanillo” por una herencia, se mencionaban sus lindes de la misma especificando: “Sepasse como yo Maria Gomez vezina desta villa viuda de Pedro Muñoz de Mercado digo que por quanto yo tengo y poseo una casa en esta villa en el barrio que llaman del cotanillo linde por la parte de arriba con cassas del marques desta v[ill]a y por la de auajo con cassas de Domingo de Arroyo vez[in]o de ella con su corral y dos morales y una viña a naua el roble…”.

A finales del siglo XVII las propiedades del marqués eran su casa principal con el patio y unas caballerizas en el lugar donde se levantó el llamado “pajar”. Llegado el año 1689, el VII Marqués de Montesclaros y Castillo de Bayuela vio la necesidad de aumentar sus casas y, por ello, otorgó un poder a su administrador Simón Ruiz de la Iglesia para poder contratar la elevación de un cuarto nuevo sobre las antiguas caballerizas. Para ello acudió a Garciotum y allí, el 16 de diciembre de 1689, se firmó una carta de obligación por la que “Simon Rodríguez maestro de obras v[ecin]o desta v[ill]a de Garziotun otorgo que me obligo açer un quarto en las casas del Ex[celentísi]mo Señor Conde de Palma mi S[eñ]or que tiene en su v[ill]a del Castillo de Vayuela en la p[ar]te donde estan hoy las cavallerizas”.

Encabezamiento del contrato para hacer el «Quarto» del Marqués. 1689.

Para levantar el cuarto se tenían que tirar las caballerizas y abrir unas zanjas que partieran desde las casas del ayuntamiento. A continuación, se pensó en elebar un cuarto de dos pisos y de planta rectangular, para lo cual se realizaría “toda de manposteria y las esquinas y demas del suelo y cornisa y las dos puertas vajas y dos altas y dos ventanas en lo alto an de ser de silleria”. Se daba opción hacer la escalera de acceso a la segunda planta bien “por la parte de dentro de la casa de su ex[celenci]a o parte de afuera”. Las siguientes condiciones hacían referencia exacta a las labores de carpintería y albañilería, a cómo debían ser los suelos y los techos, así como a cuáles serían las labores de puertas y ventanas de madera con que se tenía que cerrar el cuarto empleando para ello la madera de nogal. Finalmente, la obra estaba presupuestada en 6.000 reales de vellón y tendría que estar acabada para el día 20 de mayo de 1690 otorgando primeramente 1.000 reales al contado y después 1.000 reales mensuales entregados los primeros días de mes entre febrero y julio de 1690.

Familia García Murga en el patio, con el Cuarto de 1689 al fondo. (Archivo personal de Teófila Mayoral y Asunción García).

El contrato de obra se ajusta bastante a la realidad, según se conservó el edificio hasta la década de los 70, y siempre en virtud de los testimonios orales y las escasas fotografías que hemos podido recuperar por parte de Teófila Mayoral y Asunción García. Efectivamente, hubo un edificio de dos plantas en donde había dos puertas en el piso bajo labradas con jambas y dinteles en cantería. Las escaleras se realizaron por el exterior junto a la casa principal, cuyos primeros tres escalones eran de sillar labrado y continuando el resto de madera. Bien en la separación entre los dos pisos o más acertadamente en el remate del segundo piso se recuerda un cornisamento en piedra con decoración cóncavo-convexa que sobresalía del alzado de la fachada y llamaba la atención.

Fragmentos de sillares labrados del Cuarto. Finca particular.

Tras el levantamiento del nuevo cuarto, no hemos hallado más documentación de relevancia sobre la arquitectura de estas casas y cuarto, de modo que desconocemos si realmente los marqueses llegaron en algún momento a ocuparlas, y si lo hicieron, de seguro fue una estancia muy corta. Dos últimas referencias aluden al levantamiento de un tablado junto a las puertas de sus casas para poder ver las numerosas corridas de toros que se hacían a lo largo del año en la plaza principal. Así se demuestra en una cuenta de 1692 por la que se pagan 25 reales que “se dieron a Juan Carrillo para azer el tablado a la puerta del Conde para la fiesta de toros que se corrieron por agosto”. Y, por último, en 1753 aún seguían siendo propiedad de los Duques de Palma según constan en las respuestas al Catastro del Marqués de la Ensenada.

Casas del Marqués en Castillo de Bayuela. Catastro del Marqués de la Ensenada (1753)

La historia final de estas casas pasa por lo sucedido con gran número de propiedades y bienes inmuebles que había en la España señorial cuyo fin se produjo en 26 de agosto de 1837 con la abolición del régimen feudal. A partir de aquí, la casa tuvo que pasar a manos privadas sabiendo que sus últimos dueños fueron Margarita García Murga y Francisco García Agüero.

RECUERDOS DE LA CASONA

Las casas y cuarto levantados a finales del siglo XV, reformadas y ampliadas en los siglos posteriores desaparecieron en los años 70 del siglo pasado. De ellas tan solo ha quedado la escasa documentación dada a conocer, los testimonios orales, algunas fotografías y algunas piezas muy concretas como pueden ser tres fragmentos de un fuste hexagonal cuya ubicación original desconocemos, ya que en el siglo XX las habían conocido arrinconadas en el patio.

Columna octogonal de la Casa de los Luna y Mendoza (¿s.XVI?). Propiedad particular.

También se conserva una de las hojas de la puerta del patio, algunos sillares o losas de piedra reaprovechadas en fincas particulares y la existencia de las cornisas cóncavo-convexas del cuarto nuevo que se hallan tiradas y reaprovechadas como caseta de ganado en una finca particular.

Sillares utilizados en las Casas y Cuarto de los Luna y Mendoza. Propiedad particular.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

Este post es un fragmento de los artículos:

GUTIÉRREZ PULIDO, David: “La Casona de los Mendoza en Castillo de Bayuela”. Fiestas en honor a Nuestra Señora Virgen del Castillo. 2012. s.f.

GUTIÉRREZ PULIDO, David: “Fortaleza, casas y palacio de los señores de Navamorcuende-Cardiel y Castillo de Bayuela en la Sierra de San Vicente (Toledo)” Cuaderna, nº 16-17. Talavera dela Reina (Toledo). Colectivo de Investigación Histórica Arrabal. 2008-2009, pp.25-49.

Otras fuentes:

ARCHIVO MUNICIPAL DE CASTILLO DE BAYUELA

ARCHIVO MUNICIPAL DE GARCIOTUM

DEZA AGÜERO, Ángel: Una casa-palacio derribada en el Castillo de Bayuela (Toledo), 16 de noviembre de 1989 (manuscrito inédito) en ARCHIVO MUNICIPAL DE TALAVERA (A.M.T), Fondo Ángel Deza Agüero, Leg.10, nº 4.

DEZA AGÜERO, Ángel: Desarrollo de un pleito entre el concejo y vecinos de Castillo de Bayuela y la Marquesa de Montesclaros, Doña Isabel Manrique de Padilla, durante el reinado de Felipe II. Madrid. 1984.

AGRADECIMIENTOS

Este artículo fue posible gracias al recuerdo y descripción de la casa por parte de Teófila Mayoral, Saturnino Carrillo (D.E.P.) y Asunción García, vecinos de Castillo de Bayuela.  Mi agradecimiento profundo por su disposición, amabilidad y
atención a la hora de ayudarme con esta investigación.

Por David Gutiérrez.

¿CÓMO LLEGAR?

Desde Madrid: Carretera de Extremadura (A5) hasta km.96 (Desvío Cardiel de los Montes). CM-5002 directo hasta llegar a Castillo de Bayuela.

Mapa:

 
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Publicado por en 22 septiembre, 2012 en Publicaciones, Sierra San Vicente

 

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STAPLE INN: UNA CASA TUDOR EN LONDRES / Staple Inn: A Tudor house in London

Resumen: Descripción e historia de uno de los edificios más originales y antiguos de Londres. Construido en el siglo XVI en el estilo Tudor, ampliado en el siglo XVIII, destruido en la Segunda Guerra Mundial, pero afortunadamente reconstruido en el siglo XX tal y como fue en su origen.

Summary: Description and history of one of the most original and ancient buildings of London. Built in the sixteenth century like Tudor style, enlarged in the eighteenth century, destroyed in the Second War World but fortunately rebuilt in the twentieth century as it was originally.

Después de todos los cambios que la ciudad de Londres ha sufrido a través de los siglos, sobre todo a raíz del gran incendio de 1666, todavía podemos apreciar algunos edificios antiguos y con encanto en la ciudad. Uno de ellos es Staple Inn, uno de los edificios de arquitectura civil del tiempo de los Tudor que se conserva en la zona de Holborn gracias a las restauraciones posteriores.

Staple Inn. Fachada principal

Parece que su origen es de época Normanda (s.XI), y en 1292 ya existió un edificio que era conocido como «Stapled Halle» el cual tenía la función de un mercado cubierto especializado en el mercado de la lana. En el siglo XV (1415) se creó la Compañía de Abogados de Staple Inn y desde 1586 ya estaba formada dicha Compañía junto con una escuela de prácticas jurídicas. Fue entonces cómo Staple Inn se construyó gracias a uno de sus socios principales, Vincent Egham. Para aclarar el término, la palabra Inn significa posada y desde principios del siglo XV las Inn fueron asociaciones de abogados agrupadas en edificios en donde se impartían estudios de leyes y daban alojamiento a sus estudiantes. Desde 1422 había 4 grandes Asociaciones de Corte que fueron: Lincoln’s Inn, Inner Temple, Middle Temple y Gray’s Inn. Al mismo tiempo existieron otras muchas pequeñas sociedades entre las que se encuentran Staple Inn o la cercana Barnards Inn.

Staple Inn. Detalle

En esta misma década de 1580 la Compañía, patrocinado por Richard Champion, levantó un nuevo Hall construído al estilo Tudor con mucha ostentanción simbolizando el carácter de poder de sus miembros. Se dice que los brazos del propio Champion se tallaron en una ménsula de madera del techo correspondiente al mirador. El gran Hall es un salón rectangular con cubierta a dos aguas decorado con los típicos techos formados por vigas volantes con formas curvas y elementos colgantes que lo caracterizan en la arquitectura medieval y del renacimiento inglés. Las ventanas fueron decoradas, y así se mantienen actualmente, con armas de algunos de los miembros de la asociación como Nicholas Brocket (1543), Richard Champion (1580-1583) o Robert Mansell (1584). Otras ventanas están decoradas con imágenes de los monarcas de la época de los Tudor o Stuards.

Hall de Staple Inn en 1882

Aunque Staple Inn sobrevivió al gran incendio de Londres de 1666, no escapó a algunos desastres que acontecieron en el tiempo como el incendio de 1756 que se produjo junto al edificio y que afectó a algunas de las habitaciones de la Asociación, aunque afortunadamente no afectó al gran Hall. Thomas Leech, patrocinó la reconstrucción de las mismas al mismo tiempo que se colocó un nuevo reloj que asomaba al patio, al vestíbulo y al jardín.

Staple Inn en la decada de 1870

A partir del siglo XIX, puesto que el número de estudiantes había descendido, los Inn de la Corte decidieron cerrarla como Asociación y mantenerla como un club social de abogados así como abrir sus habitaciones a todo tipo de público. No obstante la Asociación decidió venderla y en 1886 fue comprada por la Compañía de Seguros Prudential quien fue ampliando el edificio en su parte posterior y restaurando las partes más antiguas. En 1922 el viejo edificio sufrió un plaga de escarabajos que junto al gran deterioro que tenía la fachada principal, la Compañía de Seguros Prudential afrontó una gran restauración del edificio y de dicha fachada en 1936.

Desgraciadamente, al final de la II Guerra Mundial, el jueves 24 de agosto de 1944, a las 7.30 am una bomba de la aviación alemana cayó en el jardín y destruyó gran parte de Staple Inn. Años después, en 1954 se consiguieron los permisos para reconstruirla tal y como fue en su momento gracias a las fotografías y grabados que existían de la época. En dicha reconstrucción se emplearon parte de los materiales originales que se pudieron recuperar así como parte de las vidrieras que se salvaron y guardaron tras el desastre.

Hoy, Staple Inn, aunque resulta una reconstrucción del siglo XX, se hizo respetando los elementos y el estilo de la arquitectura Tudor que fue en su momento, siendo así uno de los edificios más llamativos de Londres.

Staple Inn. Detalle de la fachada

La fachada de Staple Inn mantiene todo el gusto de la arquitectura civil de finales de la edad media e inicios del renacimiento inglés. Un edificio realizado en madera de roble combinado de ladrillo o adobe enlucido en blanco (hoy dichos materiales no son los originales), consiguiendo un panel decorativo a base de vigas verticales por toda la fachada. En la parte inferior se ubican las tabernas. Sobre ellas, los sucesivos pisos y ático se articulan sobre voladizos que sobresalen ligeramente de la fachada de forma escalonada para dar mayor espacio y luminosidad en el interior. El remate de la fachada es un tejado con cubierta corrida y una secuencia de siete hastiales triangulares al frente. Igualmente, destacan los largos miradores o ventanas realizados con paneles rectangulares, según la tradición renacentista.

Corredor y acceso al patio interior

En el centro del edificio hay un arco de medio punto por el que se puede acceder por un corredor al interior del patio cuadrado. En el muro derecho de la entrada una inscripción grabada nos recuerda brevemente la historia del edificio:

Inscripción con breve historia de Staple Inn

Original building erected 1545-1589 by Vicent Enghame and Anothers / The rear elevation was cased in brick 1826 / The front after various alterations was restored to its original design in 1886 / The entire building was reconstructed in 1937 / the old front being retained

(Edificio original levantado en 1545-1589 por Vicent Enghame y otros / La parte posterior fue revestida en ladrillo en 1826 / El frente tras varias alteraciones fue restaurado de su diseño original en 1886 / El edificio entero fue reconstruido en 1937 / el viejo esta siendo conservado)

Tras pasar el corredor accedemos a la ampliación de edificios levantados en ladrillo del siglo XIX y sobre todo a un patio cuadrado en donde reina la tranquilidad y el silencio. Un espacio por donde Charles Dickens, en sus innumerables paseos por la ciudad, se detuvo y dejó reflejado sus impresiones y sentimientos al contemplarlo en su obra El Misterio de Edwin Droop (1870) (Capítulo XI: Un retrato y un anillo):

Patio interior de Staple Inn

«Detrás del viejo suburbio de Holborn, en el mismo lugar donde ciertas casas adornadas de macizos aleros se mantienen todavía en pie, a pesar del peso de los siglos, mirando hacia el sitio donde pasaba el Oíd Bourne, existe un pequeño rincón formado por cuatro ángulos irregulares que se llama Staple Inn.

Es un refugio de aquellos a los cuales llega el transeúnte escapando al estrépito de las calles, y donde se experimenta, por el silencio allí reinante, la misma sensación que experimentaría quien se pusiera algodón en los oídos y se calzara fieltro. Algunos gorriones, cegados por el humo de las chimeneas de la ciudad, parlotean en los árboles, que aquellas mismas chimeneas han tornado grises. Se llaman unos a otros, imaginándose quizá que están en pleno campo, ya que pocos metros de césped y de caminos enarenados permiten esta dulce ilusión a su limitada inteligencia de pájaros.

Este rincón casi campestre puede llamarse también jurídico, pues está habitado casi exclusivamente por gente de ley. En el centro se encuentra un pequeño patio iluminado en lo alto por una linterna.

¿Cuál es su finalidad? ¿A expensas de quién se mantiene? El autor de esta historia debe confesar que lo ignora en absoluto».

Por último, al final del patio y por otro arco de medio punto, se accede a un pequeño jardín trasero en donde destaca una puerta neogótica con la fecha de 1753 y sobre ella el reloj del siglo XVIII.

Jardín posterior de Staple Inn

Por David Gutiérrez

¿CÓMO LLEGAR?

Dirección: High Holborn St. WC1

Metro: Chancery Lane Station (Central Line)

Plano:

RECURSOS CONSULTADOS:

The Actuarial Profession: http://www.actuaries.org.uk/research-and-resources/pages/history-staple-inn

London Gardens Online: http://www.londongardensonline.org.uk/gardens-online-record.asp?ID=COL109

– INWOOD, Stephen: Historic London. An explorer’s companion. London. 2008, p. 77.

 
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Publicado por en 26 agosto, 2012 en Arte en Londres

 

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