Resumen: Este post es un resumen sobre la iconografía de la Historia de Rebeca a través de algunos ejemplos en el mundo del Arte.
Summary: This post is a summary about iconography of Rebecca’s History with some examples in the world of Art.
El nombre de Rebeca, Rebekah o Rivka (רִבְקָה, en Hebreo estándar Rivqa, en Hebreo Tiberio Riḇqāh) significa: LAZO.
Rebeca fue una matriarca bíblica cuya historia viene narrada en el libro del Génesis. Fue la mujer de Isaac, hijo de Abraham, quien mandó a su criado Eliécer hasta tierras de Mesopotamia para encontrar a la mujer de su hijo Isaac. Fue madre de los gemelos Esaú y Jacob, éste último elegido por su padre Isaac gracias a la mediación de su madre Rebeca.
Según la tradición judía, el cuerpo de Rebeca fue enterrada junto con el de Isaac en la Cueva Me-arat Hamachpelah («la cueva de las tumbas dobles»), en donde la tradición dice que también se enterraron a Abraham y Sara y Jacob y Lea. En época de Herodes el Grande se construyó un monumento a su alrededor. Posteriormente los árabes lo convirtieron en una mezquita y los cruzados cristianos en una iglesia cristiana.

Tumba de los Patriarcas (Hebrón)
HISTORIA DE REBECA
Juramento de Eliécer sobre el muslo de Abraham (Gn.24,1-9)
Abraham, siendo hombre mayor y preocupado por el futuro de su pueblo, pide a su siervo Eliécer que acuda a tierras de Mesopotamia en busca de la mujer para su hijo Isaac. Abraham le asegura que la reconocerá por intermediación de las palabras del ángel:
(1) Abraham era ya un viejo entrado en años, y Yahveh había bendecido a Abraham en todo. (2) Abraham dijo al siervo más viejo de su casa y mayordomo de todas sus cosas: «Ea, pon tu mano debajo de mi muslo, (3) que voy a juramentarte por Yahveh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos con los que vivo; (4) sino que irás a mi tierra y a mi patria a tomar mujer para mi hijo Isaac.»
(5) Díjole el siervo: «Tal vez no quiera la mujer seguirme a este país.¿Debo en tal caso volver y llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?»
(6) Díjole Abraham: «Guárdate de llevar allá a mi hijo. (7) Yahveh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que me tomó de mi casa paterna y de mi patria, y que me habló y me juró, diciendo: “A tu descendencia daré esta tierra”, él enviará su Ángel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo. (8) Si la mujer no quisiere seguirte, no responderás de este juramento que te tomo. En todo caso, no lleves allá a mi hijo.»
(9) El siervo puso su mano debajo del muslo de su señor Abraham y le prestó juramento según lo hablado.
Encuentro de Eliécer y Rebeca en el pozo (Gn. 24, 15-22)
Eliécer partió con 10 camellos y riquezas de Abraham camino a la ciudad de Najor, en Mesopotamia. Al llegar a las afueras de la ciudad, se quedó a esperar junto a un pozo a que salieran las aguadoras. Entre ellas se encontraba Rebeca y allí se produjo el encuentro que tantas veces quedó representado en la iconografía cristiana.

Biblia de Wenceslao IV. 1389 (Universidad de Leipzig. Alemania)
(15) Apenas había acabado de hablar, cuando he aquí que salía Rebeca, hija de Betuel, el hijo de Milká, la mujer de Najor, hermano de Abraham, con su cántaro al hombro. (16) La joven era de muy buen ver, virgen, que no había conocido varón. Bajó a la fuente, llenó su cántaro y subió.
(17) El siervo corrió a su encuentro y dijo: «Dame un poco de agua de tu cántaro.» (18) «Bebe, señor», dijo ella, y bajando en seguida el cántaro sobre su brazo, le dio de beber.
(19) Y en acabando de darle, dijo: «También para tus camellos voy a sacar, hasta que se hayan saciado.» (20) Y apresuradamente vació su cántaro en el abrevadero y corriendo otra vez al pozo sacó agua para todos los camellos.
(21) El hombre la contemplaba callando para saber si Yahveh había dado éxito o no a su misión. (22) En cuanto los camellos acabaron de beber, tomó el hombre un anillo de oro de medio siclo de peso, que colocó en la nariz de la joven, y un par de brazaletes de diez siclos de oro en sus brazos.
Despedida de Rebeca y camino al campamento de Abraham (Gn.24, 58-61)
Cuando aconteció todo, Rebeca acudió a su casa a narrarles lo que le había acontecido. Su hermano Labán, acudió al encuentro de Eliécer y le llevó a su casa, en donde se presentó y les narró nuevamente todo lo acontecido, preguntando a la familia si era de su aprobación el destino que había sido encomendado por deseo de Yahvé. A pesar de que la familia de Rebeca quiso que se quedasen con ellos unos días, Eliécer no podía esperar. Rebeca decidió marchar y se produjo la despedida:
(58) Llamaron, pues, a Rebeca, y le dijeron: «¿Qué? ¿te vas con este hombre?» «Me voy», contestó ella. (59) Entonces despidieron a su hermana Rebeca con su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres. (60) Y bendijeron a Rebeca, y le decían: «¡Oh hermana nuestra, que llegues a convertirte en millares de miríadas, y conquiste tu descendencia la puerta de sus enemigos!»
(61) Levantóse Rebeca con sus doncellas y, montadas en los camellos, siguieron al hombre. El siervo tomó a Rebeca y se fue.
Desposorios de Isaac y Rebeca (Gn. 24, 63-67)
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Llegando a su destino, Isaac salió al encuentro de Rebeca, quien al verle y decirle Eliécer que era su señor, ella bajó del camello y se cubrió su rostro:
(66) El siervo contó a Isaac todo lo que había hecho, (67) e Isaac introdujo a Rebeca en la tienda, tomó a Rebeca, que pasó a ser su mujer, y él la amó. Así se consoló Isaac por la pérdida de su madre.
Rebeca enjendra a Esaú y Jacob (Gn.25, 1-34)
Teniendo Isaac 40 años de edad y Rebeca 60 años, siendo ya estéril, Isaac pidió a Yaveh su favor para que Rebeca pudiera enjendrar hijos.
(21) Isaac suplicó a Yahveh en favor de su mujer, pues era estéril, y Yahveh le fue propicio, y concibió su mujer Rebeca. (22) Pero los hijos se entrechocaban en su seno. Ella se dijo: «Siendo así, ¿para qué vivir?» Y fue a consultar a Yahveh. (23) Yahveh le dijo: «Dos pueblos hay en tu vientre, dos naciones que, al salir de tus entrañas, se dividirán. La una oprimirá a la otra; el mayorservirá al pequeño.»

Jacob vende su primogenitura a Isaac en presencia de Rebeca. Hendrick ter Brugghen. Ha. 1627. (Museo Thyssen, Madrid)
Al primero de ellos le llamó Esaú, el cual fue el favorito de Abraham, y al segundo de ellos le llamó Jacob, quien fue el favorito de Rebeca.
La bendición a Jacob (Gn. 27)
Isaac, anciano y ciego, llamó a su hijo primogénito y favorito Esaú, le pidió que le cazara una presa, la cocinara y se la diese de comer antes de darle su bendición como continuación de su pueblo. Rebeca, que oyó la conversación, acudió a su hijo favorito Jacob, para decirle lo sucedido. Rebeca elaboró una estrategia para que esto no sucediese, y para ello le dijo a Jacob que le trajera dos cabritos del rebaño. Con ellos, Rebeca prepararía un guiso al gusto de su esposo Isaac, vestiría a su hijo Jacob con ropas de su hermano Esaú y le entregaría el guiso engañando a su propio padre y recibir su bendición. El problema es que Esaú era belludo y Jacob no, por ello Rebeca le cubrió las manos y el cuello con las pieles del cordero para que no le reconociera.

Anónimo italiano. Siglo XVI (Museo del Prado. Madrid)
(21) Dice Isaac a Jacob: «Acércate, que te palpe, hijo, a ver si realmente eres o no mi hijo Esaú.» (22) Acercóse Jacob a su padre Isaac, el cual le palpó y dijo: «La voz es la de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú.» (23) Y no le reconoció, porque sus manos estaban velludas, como las de su hermano Esaú. Y se dispuso a bendecirle.
(24) Dijo, pues: «¿Eres tú realmente mi hijo Esaú?» Respondió: «El mismo.»
(25) Dijo entonces: «acércamelo, que coma de la caza, hijo, para que te bendiga mi alma.» Acercóle, y comió; le trajo también vino, y bebió. (26) Dícele su padre Isaac: «Acércate y bésame, hijo.» (27) El se acercó y le besó, y al aspirar Isaac el aroma de sus ropas, le bendijo diciendo: «Mira, el aroma de mi hijo como el aroma de un campo, que ha bendecido Yahveh.
De esta forma, gracias al engaño perpetrado por Rebeca, pudo salvar la continuidad de su pueblo, ya que en caso contrario, la historia de la Biblia habría sido muy distinta.
IMÁGENES DE LA HISTORIA DE REBECA EN EL ARTE
Para el mundo cristiano de la Contrarreforma la historia de Rebeca y Eliécer se ha visto como una prefiguración de la Anunciación, ya que según Abraham le dijo a su criado, él sabrá elegir a la mujer gracias a la mediación de un ángel que le acompañará.
Por otro lado el pasaje de Rebeca dando de beber a Eliécer y sus camellos, es un simbolismo de la caridad cristiana que tiene que ver con las misericordias corporales de «Dad de beber al sediento» y «Dad de comer al hambriento».
Las representaciones de Rebeca se recogen desde la época paleocristiana hasta el siglo XX, siendo el tema más representado el Encuentro de Eliécer y Rebeca en el pozo, aunque no es el único y se producen diversas representaciones de su historia. Hacemos un repaso cronológico de algunas obras del arte en donde aparece representada:
(ha. 431) Anónimo. Isaac bendiciendo a Jacob. Santa María la Mayor (Roma. Italia)

La Basílica de Santa María la Mayor es una de las mayores y más antiguas iglesias paleocristianas conservadas en Roma. En sus paredes todavía son apreciables sus maravillosos mosaicos con los ciclos del Antiguo y Nuevo Testamente. En el pasaje de la bendición de Jacob por parte de Isaac, siempre aparece como protagonista secundaria su madre Rebeca quien animó a su hijo a engañar a su padres para proseguir la continuidad de su pueblo.
(Siglo VI). Anónimo. Génesis de Viena (Viena, Österreichische Nationalbibliothek, cod. theol. gr.31)

El Génesis de Viene es el códice más antiguo, iluminado, que ha llegado a nuestros días. En esta página aparece la historia de Rebeca. Al fondo aparece la ciudad de Najor, en Mesopotamia. De allí sale Rebeca en dirección al pozo. En primer plano aparece Rebeca dando de beber a Eliécer y a sus 10 camellos. La figura femenina semidesnuda es la representación alegórica del río.
(1172) Mosaicos de la Catedral de Monreale (Sicilia. Italia)

La catedral de Monreal, junto con la Capilla Palatina de Palermo, ambas en Sicilia, forman un conjunto maravilloso de mosaicos de tradición bizantizna con un rico programa iconográfico. Entre las escenas del Antiguo Testamento, aparece representado la Historia de Rebeca en las enjutas de los arcos. En una primera con el encuentro de Rebeca y Eliécer en el pozo y una segunda que es la marcha de Rebeca para desposarse con Isaac.
(1490) Anónimo. Matrimonio de Isaac y Rebeca. Rijksmuseum (Amsterdam, Países Bajos)

Se trata de una pintura flamenca, influencia de Hugo van der Goes, en donde representa el momento en que Rebeca contrae matrimonio con Isaac bendecidos por Abraham. Este pasaje como tal no aparece narrado en el Génesis directamente, sí que se dice que Isaac llevó a Rebecca a la tienda de su madre Sara, en donde la tomó como esposa.
(1553) Gianbattista Zelotti. Rebeca y Eliécer. Museo del Prado (Madrid. España)

Esta es la única obra de Zelotti catalogada en el Museo del Prado, en cuyos inventarios aparece atribuida al círculo de Veronés. Es una de las obras salvadas en el incendio del Alcázar de Madrid en 1734. Representa el momento del encuentro de Rebeca con Eliécer, en un momento tranquilo. Se sustituyen los camellos por un caballo al fondo.
(1590) Paolo Verones.Rebeca y Eliécer. Museo del Louvre (París. Francia)

Sobre un fondo de paisaje y con unas ruinas en el centro de la composición, aparece Rebeca junto con Eliécer y otros personajes en el momento de dar de beber al criado de Abraham con los camellos representados a la izquierda.
(1614-16) Jacob Hogers. El criado de Abraham y Rebeca. Museo del Hermitage. (San Petersburgo. Rusia)
Cuadro de la escuela holandera en el que representa un momento muy concreto en la historia de Rebeca y el encuentro con Eliécer. Es un momento teatral, instantáneo en que Eliécer corre al encuentro de Rebeca y le dice: «Dame un poco de agua de tu cántaro.»
(1635-1660) Andrea Vaccaro. Encuentro de Isaac y Rebeca. Museo del Prado (Madrid. España)
Andrea Vaccaro es un pintor napolitano influenciado por el tenebrismo de Caravaggio en su primera época, y después por el clasicismo de Guido Reni o Van Dyck, además del colorido de José de Ribera. En esta escena, poco frecuente en las representaciones de Rebeca, muestra el momento en que Isaac salió a la búsqueda de su futura mujer, quien bajó de su camello y se cubrió el cabello. Pero en esta escena no aparece como tal, se separa ligeramente del relato y se enfoca al encuentro entre los futuros esposos. Como recuerdo de un momento anterior, aparece el pozo junto con Eliécer.
(1637) José de Ribera. Bendición de Isaac. Museo del Prado (Madrid. España).
En el tema iconográfico de la bendición de Isaac hacia su hijo Jacob, por la intermediación y el engaño de su madre Rebeca, es frecuentre encontrar a estos tres personajes proganistas en esta escena, sumando a Esaú en un segundo plano. Destacar cómo Rebeca, anima a su hijo Jacob a recibir dicha bendición, mientras que nos hace cómplices de la escena al mirarnos directamente.
(1648). Claude de Lorena. Paisaje con la boda de Isaac y Rebeca. The National Gallery (Londres. Reino Unido)
Pintor francés establecido en Italia, es uno de los mayores exponentes del barroco, especializándose en el clasicismo y en la pintura de paisaje. Bajo un escenario de naturaleza abierta en donde el paisaje es lo que prima, aparecen diversos personajes en primer plano que ilustran el momento de una fiesta con los desposorios de Rebeca e Isaac.
(1648) Nicolás Poussin. Elías y Rebeca. Museo del Louvre (París. Francia)
Nicolás Poussin representa el clasicismo más absoluto de la pintura francesa del siglo XVII. No es la única obra que tiene sobre este tema iconográfico ya que existe otra de 1620 en colección privada, así como otra de 1660-65 en Fitzwilliam Museum (University Of Cambridge, Reino Unido). En esta pintura, Eliécer, en el centro de la composición, se encuentra frente a Rebeca y junto al pozo mientras que numerosas aguadoras en diversas actitudes contemplan la escena. Todo inmerso en un paisaje abierto con ruinas clasicistas.
(1650) Bartolomé Esteban Murillo. Rebeca y Eliécer. Museo del Prado (Madrid. España)
Murillo, al igual que muchos pintores del siglo de oro español, representa un tema bíblico dentro de una naturalidad y cotinaniedad de su momento. De esta forma, el tema a representar es el momento en que Eliécer está bebiendo del agua que le ofrece Rebeca junto al pozo, acompañado de las aguadoras que anuncia el pasaje del Génesis. De no ser por la representación de los camellos en un segundo plano, esta escena podría pasar como una representación costumbrista de la Sevilla del siglo XVII.
(1666) Rembrant. La novia judía. Rijksmuseum (Amsterdam, Países Bajos)
Esta es una pintura del holandés Rembrant, cuya interpretación ha dado mucho que hablar, ya que lo representado es simplemente una pareja de enamorados vestidos según la moda holandesa de la segunda mitad del siglo XVII. No obstante, además de que en las interpretaciones se ha pensado incluso en la representación del hijo de Rembrant y su novia, una opinión más aceptada es que sea las imágenes de Isaac acogiendo a su nueva esposa Rebeca. Si fuera así, no sería un pasaje descrito en el Génesis sino la representación del amor y la pareja.
(1708-13) Giovanni Antonio Pellegrini. Rebeca y Eliécer. The National Gallery (Londres. Reino Unido)
Pellegrini fue un pintor veneciano seguidor de Sebastiano Ricci y Luca Giordano, algo que se aprecia en sus pinturas en donde el color veneciano destaca notablemente. En esta pintura, aunque la escena es el encuentro de Rebeca con Eliécer, reconocido por la cabeza de camello a un lateral, el protagonismo lo adquiere la propia Rebeca la cual se muestra intensamente iluminada en la pintura.
(1723). Manuel dos Santos. Azulejos de la Capilla del Espíritu Santo de Olivenza (Extremadura. España)
La
Capilla del Espíritu Santo fue una obra arquitectónica iniciada en el siglo XVI pero no concluida hasta 1732. En su interior, todas sus paredes son decoradas con paneles de azulejos los cuales fueron realizados por el portugués Manuel dos Santos entre 1713 y 1723. Entre sus temas iconográficos del antiguo y nuevo testamento, se encuentra también la representación de la historia de Rebeca. Bajo un código de costumbrismo, Rebeca (vestida como una tabernera) le ofrece un baso de agua a Eliécer que está acompañado de dos sirvientes. De fondo arquitecturas típicas de la Extremadura del siglo XVIII, con fachadas lisas y tejados cubiertos por balaustradas.
(s.XIX?). Anónimo. Rebeca. Parque Centenario (Santa Fé. Bogotá)
Esta estatua con la iconografía de Rebeca, representada con el torso desnudo y agachándose para recoger el agua fue la primera escultura desnuda que se dispuso en una plaza pública de Bogotá. Se desconocen sus orígenes pensando que se adquirió en París o que bien se realizó por una empresa italiana de marmolería. El caso es que se instaló por primera vez el 19 de julio de 1925. En esta ocasión, no hay un recuerdo del pasaje del Antiguo Testamento, sino que se centra en su protagonista, Rebeca en el momento de recoger el agua. Tampoco hay ninguna alusión a ningún pozo, sino que la posición de la escultura estaba pensada para ser ubicada en medio de una fuente o estanque para simular esta recogida de agua y al mismo tiempo que su imagen fuera reflejada en el agua.
Por David Gutiérrez
Dedicado a mi chica Rebeca, cuyo nombre significa «lazo y unión», el mismo que tenemos los dos.